La Costa Azul es quizás uno de los lugares más fotografiados de Francia, despues de París y la Torre Eiffel.
Ubicados a orillas del Mediterraneo, Niza, Saint Tropez, Cannes y Mónaco pueden considerarse destinos de lujo.
En sus puertos deportivos es común ver anclado los yates de destacadas personalidades y famosos de la sociedad internacional. En los casinos, millones cambian de manos noche a noche.
Cannes es reconocida por su festival cinematográfico, por cuya alfombra roja desfilan estrellas deslumbrantes.
Este privilegiado rincón del Mediterráneo tiene un ambiente templado gran parte del año, protegido de los vientos por Los Alpes, es visitado durante todo el año.
Si bien en estas ciudades se encuentran las reuniones del jetset internacional, tambien se pueden encontrar pueblos que aún no han perdido su identidad y que no han sucumbido al turismo masivo.
Montecarlo es famoso por el casino y el circuito donde cada año se realiza la famosa la carrera de Fórmula 1.
Palacio de los Grimaldi
Uno de los lugares obligados a conocer es el Palacio de los Grimaldi, fundado en el año 1191 como una fortaleza, que durante su historia ha sufrido diversas invasiones. Esta fortaleza está situada sobre una roca
Desde el siglo XIII ha sido propiedad de la familia Grimaldi. Después de tantas invasiones, la fortaleza se convirtió en un precioso palacio, residencia oficial del príncipe.
Desde el siglo XIX el palacio Grimaldi se convirtió en símbolo de glamour y de lujo.
En la actualidad es la residencia oficial de Alberto II, príncipe de Mónaco.
Roquebrune Cap Martin
El pueblo viejo de Roquebrune-Cap-Martin domina el litoral, presenta bonitas calles coloridas.
En lo alto del pueblo se alza un torreón medieval del siglo X, y más abajo, el cabo Martin es un sitio ideal para dar paseos al borde del mar.
La planta medieval de las calles de Roquebrune Cap Martin, el castillo construido en el año 970 por el conde de Ventimiglia, la herencia del gran arquitecto Le Corbousier aquí enterrado, e incluso uno de los árboles singulares de Francia son motivos más que suficientes para aventurarse un poco más allá de los caminos trillados.
Menton
Menton (Mentan en mentonasco, Mentone en italiano) está ubicada casi en la frontera italiana, a medio camino entre la ciudad italiana de Ventimiglia y el principado de Mónaco.
La fundación de la población la hicieron los ligures, que también fundaron Mónaco y otras localidades vecinas. Se convirtió en ciudad hacia el año 1200. A lo largo de la historia ha pertenecido a Mónaco, Cerdeña, Italia y al fin a Francia
El limón es uno de los símbolos de Menton, ya que se trata de la única región de Francia en la que fructifican los limoneros, gracias a un incomparable microclima. Desde hace algunos años se celebra la Fiesta del Limón, en febrero. El geógrafo Elisée Reclus le dio el sobrenombre de "La perla de Francia".
Eze
Eze es uno de los pueblos más pintorescos e impresionantes de la Costa Azul por su situación geográfica, ubicado entre Niza y Mónaco.
Se encuentra en lo alto de un acantilado lo que hace un auténtico mirador con vistas panorámicas asombrosas del mar Mediterráneo y de la Costa Azul hasta Niza, con Cap-Ferrat al oeste e Italia al este.
Eze se extiende a lo largo de tres Corniches, las carreteras situadas entre Niza y Menton que recorren la Costa Azul, que tantas veces vimos en el cine. La corniche más alta (Grande Corniche), suspendida entre el mar y el cielo; el pueblo de Eze, situado un poco más bajo; y en la zona más baja, a nivel del mar, Eze-Bord-de-mer, bañado por el Mediterráneo.
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