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La Ciudad episcopal de Albi

Situada en la región Mediodía-Pirineos, a orillas del río Tarn, la ciudad de Albi alberga una Ciudad episcopal que se reúne en torno a la catedral de Sainte-Cécile, la mayor catedral de ladrillo del mundo, y del palacio-fortaleza de la Berbie.

El ladrillo rojo, las riberas del Tarn, la templanza del Sudoeste, el recuerdo lejano de los Cátaros o el más reciente, del gran pintor Toulouse-Lautrec… Albi es una ciudad excepcional.

Su Ciudad episcopal reúne la catedral de Sainte-Cécile, joya de la ciudad, el palacio de la Berbie, que alberga el museo Toulouse-Lautrec, la iglesia Saint-Salvi y su claustro, el Puente viejo y una parte de las riberas del Tarn. La Ciudad episcopal de Albi fue declarada patrimonio mundial de la Unesco en 2010.

Un sueño de ladrillo
Este conjunto urbano homogéneo, coherente y notablemente preservado, constituye una representación única de una arquitectura a base de ladrillo, elemento omnipresente en Albi, comúnmente denominada como la "ciudad roja".

En el siglo XIII, la ciudad se convirtió en una poderosa ciudad episcopal tras la cruzada de los albigenses contra los cátaros. En este contexto social se construyeron el Palacio de la Berbie y la catedral de Sainte-Cécile. La prosperidad de la ciudad permitió mantener y desarrollar un magnífico conjunto urbano en torno a estos edificios emblemáticos.

La catedral de Sainte-Cécile, obra maestra del gótico flamíger
Con un estilo gótico meridional original a base de ladrillos de tonos rojos y anaranjados de fabricación local, la catedral fortificada que domina la ciudad ilustra la potencia renovada del clero romano.

La de Albi es la única catedral de Europa cuyos muros y bóvedas están totalmente pintados. Su decoración interior revela una imponente pintura mural del Juicio final realizada entre 1474 y 1484. Los frescos que ilustran las bóvedas de la catedral forman el mayor conjunto de pintura italiana de principios del Renacimiento.

El coro es una obra maestra del gótico flamígero. El estatuario del cercado del coro es una de las mayores expresiones del arte francés de finales de la Edad Media: el visitante podrá admirar 270 estatuas realizadas en los talleres de los Maestros borgoñones de Cluny.

La caja del órgano, realizada por Christophe Moucherel en el siglo XVIII, posee unas dimensiones y una riqueza ornamental excepcionales.

Palacio de la Berbie
La construcción de la fortificación y palacio de la Berbie fue emprendida por el primer obispo de Albi, Bernard de Combret, durante la última fase de la cruzada. Esta fortaleza de muros imponentes que pueden alcanzar los 7 m de grosor, dotada de muros ciegos, defendida por arcos-matacanes y almenas, se completa con edificaciones renacentistas y, desde el siglo XVII, con jardines a la francesa.

En la actualidad, el palacio alberga el Museo Toulouse-Lautrec, cuyas colecciones conservan más de 1.000 obras de este pintor natural de Albi.

La colegiata y el claustro de Saint-Salvi
Hasta la Revolución, la Colegiata de Saint-Salvi albergaba la sepultura de Salvi, obispo de Albi en el siglo VI. Su arquitectura combina elementos románicos (siglo X) y góticos (siglo XIII).

En el flanco sur de la colegiata había un claustro del que sólo se conserva la galería meridional. Edificada a partir de 1270, combina, igual que la iglesia, formas románicas (arcos cimbrados) con elementos góticos (capiteles, ornamentos de los pilares).

El Puente viejo
Construido hacia el año 1040, el Puente viejo desempeñó una función vital para el auge económico de la ciudad.

Más información
La Ciudad episcopal de Albi, en la web de la Unesco
Web oficial de la Ciudad episcopal de Albi
Oficina de turismo de Albi
Web del Ayuntamiento de Albi






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